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Durante mucho tiempo se creyó que envejecer significaba renunciar a la actividad física intensa. Sin embargo, recientes investigaciones científicas demuestran que la edad no es una barrera para ejercitarse de manera vigorosa, siempre que se haga con una técnica adecuada y supervisión profesional. Un estudio publicado por la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, evaluó a un grupo de adultos mayores que realizaron ejercicios de resistencia y fuerza con alta intensidad. Los resultados sorprendieron: no solo mejoraron su masa muscular y capacidad cardiovascular, sino que su riesgo de lesiones fue similar al de personas jóvenes. Además, su tiempo de recuperación tras el esfuerzo no se alargó significativamente. Estos hallazgos derriban mitos profundamente arraigados en la sociedad. Se suele pensar que con la edad los músculos y articulaciones se vuelven demasiado frágiles para soportar actividad intensa, pero lo cierto es que la falta de ejercicio acelera el deterioro muscular, no la práctica física en sí. El doctor Peter Francis, autor principal del estudio, aseguró: "Nuestros resultados muestran que el cuerpo humano conserva una asombrosa capacidad de adaptación incluso a edades avanzadas. La clave está en un entrenamiento bien diseñado, ajustado a cada persona". Los beneficios del ejercicio intenso en mayores no solo son físicos. Estudios neurocientíficos han demostrado que este tipo de actividad estimula la producción de neurotrofinas, proteínas responsables de mantener la salud cerebral. Esto se traduce en menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. Otro aspecto destacado es la recuperación post-ejercicio. Lejos de lo que se creía, las personas mayores pueden recuperarse de forma similar a los adultos jóvenes si se respetan las fases de descanso, hidratación y nutrición adecuadas. Es decir, no existe una "incapacidad biológica" para regenerar tejidos o manejar la fatiga. Los expertos subrayan la importancia de una supervisión médica inicial, especialmente para quienes retoman el deporte tras años de inactividad. También recomiendan empezar con cargas progresivas y ejercicios de bajo impacto, como caminatas rápidas, natación o ciclismo suave, antes de pasar a rutinas más exigentes. Entre los ejercicios intensos aptos para mayores destacan:
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Oliver D. Marchwood is the technology and cyber policy editor at The Telegraph, focusing on surveillance law, AI governance, and data protection in the UK. A former advisor at the UK��s Department for Digital, Culture, Media & Sport (DCMS), Marchwood is a thought leader in responsible tech and sits on the advisory board at TechUK.