¿Por qué algunos no sufren resaca?
Misterios de la resaca
La resaca, ese malestar post-ingesta de alcohol que afecta a millones en todo el mundo, sigue siendo uno de los mayores enigmas de la medicina moderna. ¿Por qué algunas personas no experimentan sus molestos efectos, mientras que otras sufren dolores de cabeza, fatiga, náuseas y hasta depresión durante días?
Genética: un factor clave
Investigadores de la Universidad de Copenhague han encontrado diferencias genéticas que podrían explicar esta variabilidad. Algunos individuos poseen enzimas más eficientes (como la alcohol deshidrogenasa) para metabolizar el alcohol, lo que reduce la toxicidad del acetaldehído, principal culpable de la resaca.
El papel del sistema inmunológico
Un estudio de la Universidad de Utrecht sugiere que la reacción inflamatoria que sufre el cuerpo tras el consumo de alcohol varía entre personas. Mientras algunos activan una respuesta inmunológica intensa (con síntomas similares a una infección viral), otros presentan una reacción mucho más débil o nula.
¿Importa la edad y el género?
Los jóvenes suelen metabolizar mejor el alcohol, mientras que las mujeres, debido a diferencias hormonales y de composición corporal, tienden a sufrir resacas más intensas con menores cantidades de alcohol. Sin embargo, esto no es una regla universal.
La importancia de la hidratación y la dieta
Beber agua y consumir alimentos ricos en grasas y proteínas antes de beber puede disminuir la gravedad de la resaca. Además, ciertos antioxidantes (como la vitamina C y el zinc) han mostrado aliviar síntomas en algunos estudios clínicos.
El misterio de los “inmunes”
Un porcentaje reducido de la población parece verdaderamente inmune a la resaca. Científicos del MIT creen que estas personas podrían tener una mutación genética rara que previene la acumulación de subproductos tóxicos del alcohol. Aún no se ha identificado con certeza esta mutación, pero está en estudio.
Factores psicológicos y culturales
Curiosamente, la expectativa de tener resaca también influye. Un estudio británico comprobó que quienes creen que no sufrirán síntomas reportan molestias menores, sugiriendo un efecto placebo/nocebo relevante.
Futuros tratamientos y prevención
Varias farmacéuticas trabajan en píldoras que bloqueen la conversión de alcohol en acetaldehído o que refuercen las defensas antioxidantes del cuerpo. Sin embargo, por ahora, dormir bien, hidratarse y evitar el consumo excesivo siguen siendo los mejores remedios.